La Organización Mundial de la Salud en 2017 anunció que la depresión es la principal causa mundial de discapacidad.
Es un trastorno psicológico que se describe por una sensación persistente de soledad y vacío, junto a llanto incontrolable, tristeza o estado de ánimo irritable, sentimientos de inutilidad, pensamientos negativos, culpa, dificultad para conciliar el sueño, cansancio y falta de energía, dificultad para concentrarse, anhedonia o pérdida de placer en actividades habituales, alteraciones en el apetito, la alimentación y en el peso.
Es muy habitual tener una baja autoestima o baja valoración de uno mismo, sentir que uno no es suficiente, sentirse abandonado, inseguro y sin confianza.
Los diversos tipos de depresión pueden estar acompañados de ansiedad.
Entre el conjunto de síntomas de la depresión pueden añadirse los siguientes:
- Apatía o falta de emoción, pérdida del interés, entusiasmo y motivación por las cosas.
- Abulia o falta de voluntad para cumplir un acto deseado o tomar una decisión.
Os dejo algunos consejos y pautas a trabajar:
- Las Psicotrampas del pensamiento (Giorgio Nardone): La relación que tenemos con nuestra mente se entrena, y aunque no somos conscientes, invertimos mucho tiempo diariamente en pensamientos de infravaloración, obsesivos, repetitivos, juicios y creencias limitantes. Sé consciente de ellos y del tiempo que permaneces alimentándolos.
- Observa lo que acontece (pensamiento, emoción, sensación y conducta), sin juicio, siéntelo, para después soltarlo con aceptación y amor, e invierte la atención en aquello que quieres para ti y para los demás. Aumenta tus perspectivas acerca de la realidad.
- ¿Cuál es la intención que pones en tus acciones diarias, aceptación o rechazo? Realiza tus acciones con conciencia, congruencia y coherencia, en conexión contigo y con el mundo.
- El ser humano de forma natural siente dolor, incertidumbre, impaciencia y miedo, ya que es parte de la vida. El sufrimiento en cambio, viene como consecuencia del rechazo que sentimos hacia lo que estamos experimentando. De aquí surge la desconexión en la que vivimos actualmente entre la mente, las emociones, los actos y las sensaciones corporales.
- Tú no eres tus pensamientos, sólo son una experiencia más dentro de ti, por lo tanto, no son una verdad. Eres el observador que selecciona qué pensamientos dar valor, atención y credibilidad de entre todos los que tienes, y los que no te interesen déjalos ir y visualiza cómo se van.